El corazon es traicionero, a veces despiadado.
De quien no debia se me ha enamorado. lo acepto con templanza, sin la menor esperanza de que este amor pueda llegar a buen puerto.
Escondo la tierra bajo la alfombra al barrer pues no puedo eliminar aquello que siento no obstante, bien que lo sufro y lamento mientras te extraño y veo las horas correr.
Mi corazon ha elegido por mi, eso bien lo se sabe a su modo como saciar su propia sed y la cabeza
no soluciona estas cuestiones ni en el imposibles, solo de pasiones.
Quisiera darte mi poema de amor prohibido pero mi conciencia advierte el terrible desatino.
Amores imposibles siempre habran en el mundo para que el demonio ria de su triunfo burdo.
martes, 23 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario